sexualidadTodo depende de la manera como la pareja lo ve y si están dispuestos a consultar a los especialistas para mejorar o solucionar cualquier condición de salud.

Por: Yaribeth Vásquez

Hace unos años tuve que pedirle a mi abuela que me diera alojamiento por un tiempo corto. Y lo que para mis amigas era una locura (vivir con y bajo las reglas de mi abuela) resultó ser una experiencia super enriquecedora y, mis amigas no me dejarán mentir, no hay una de ellas que no esté fascinada con mi abuela de 85 años de edad.

De adulta me tocó vivir otra faceta de mi vida con ella y no demoré en aprender que el sexo no tiene fecha de vencimiento, ya que a esa edad también se tienen deseos aunque no tan intensos y seguidos.

Yo veía como señores viudos, mayores que mi abuela, se acercaban al portón de la casa para cortejarla y uno de ellos inteligentemente se hizo mi amigo para lograr conversar por teléfono todas las noches con mi abuela. Y por largas horas.

Todos estos movimientos extraños para mí y la facilidad que tenía mi abuela para meterse en mi relación de pareja y darme consejos que a más de cuatro dejarían con la boca abierta, me llevaron a atreverme a preguntarle algunas curiosidades sobre su vida sexual.

Una de ellas es si a esas alturas todavía se piensa en sexo. Ella me respondió que el sexo a su edad se da esporádicamente, pero el deseo se hace presente. Según mi abuela y para mi sorpresa, el hombre a esa edad sigue siendo el que más busca esos espacios sexuales.

Como dice ella, a veces sale bien, otras no tan bien, pero el momento de intimidad y acercamiento es lo que la hace sentir viva, aunque confiesa que para el hombre no es asimilable que el momento no culmine como se espera.

El sexo entre los adultos mayores El Dr. Camilo Arroyo, geriatra de profesión, explica que todos los adultos mayores pueden seguir teniendo relaciones sexuales, incluso, se atreve a decir que todos en algún momento sienten deseos de revivir esos momentos de intimidad. Sin embargo, aclara el experto, que no se puede obviar que esos deseos y las mismas condiciones del cuerpo mejorarán en la medida que la persona tenga presente y acepte los cambios sexuales que se presentan y las medidas que existen para contrarrestar algunas de estas molestias.

sexualidad2«La barrera más difícil de derribar para los médicos es lograr que un adulto mayor quiera hablar de sus limitaciones sexuales y su deseo de mejorar en este aspecto. Esto se debe a que los ancianos de hoy vivieron de jóvenes en una época en donde el
sexo era un tabú, en donde nadie se le podía ocurrir ir a un médico para preguntarle cómo podía mejorar su rendimiento o deseo sexual, y si esto no se habla, no se puede empezar con estudios y tratamientos que mejoren esta situación», sentenció Arroyo.

Algunas de las condiciones que se presentan en edades avanzadas y afectan el deseo y ejecución sexual son:

  • La falta de estímulos sexuales entre la pareja.Disminución de las relaciones
    sociales.
  • Disminución del atractivo físico entre la pareja y la creencia errónea de que es incorrecto tener fantasías sexuales en esta etapa.
  • El agotamiento físico o psíquico propio de la ancianidad.
  • Preocupaciones económicas, familiares o de otra índole que no se exteriorizan.
  • La viudez entre parejas muy apegadas.
  • Las presencia de enfermedades físicas y mentales que redundan de manera indirecta en la sexualidad como la Diabetes Mellitus que suele producir pérdida de la erección o presencia de eyaculación retrógrada por falta de cierre del esfínter vesical durante el orgasmo.
  • La ingesta de medicamentos que afectan el deseo y la ejecución sexual.
  • El temor a no llenar las expectativas del momento.
  • En el caso de los hombres específicamente, se presenta menor fluido pre-eyaculatorio y menor fuerza de la eyaculación la cual está asociada a la disminución
    de la líbido.
  • En el caso de las mujeres, el problema se puede centrar en la no aceptación de los cambios estéticos del cuerpo, los efectos de la menopausia o la presencia de infecciones o dolor durante el coito.

De acuerdo con Arroyo, no todos estos cambios tiene un remedio curativo directo; sin embargo, el tratamiento integral del problema puede ayudar a solucionar otros factores de manera indirecta. Por ejemplo, en el caso de los hombres, las soluciones pueden
surgir luego de la evaluación detallada del paciente, lo que le permitirá hacer una adecuada elección de fármacos, ajuste de las dosis mínimas necesarias y la discusión franca con el paciente sobre su actividad sexual, que pueden ser suficientes para disminuir las posibilidades de disfunción sexual.

En el caso de las mujeres, puede bastar con la práctica de una adecuada terapia hormonal de reemplazo con estrógenos que ayude a mejorar algunos casos de disfunción sexual en mujeres post menopáusicas o la administración de andrógenos que
pueden producir un aumento en la líbido del sexo femenino. En otros casos, dice el especialista, sólo basta con derrumbar el tabú social de que las mujeres en esta época de la vida no pueden sentirse atractivas o deseadas por el sexo opuesto.

En definitiva, hay muchas maneras de mejorar no sólo la vida sexual del adulto mayor, sino su calidad de vida de manera integral, lo cual lo ayudará a sentirse mejor, más confiado y lleno de deseos por disfrutar los simples placeres de la vida.