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La presión o tensión arterial es la presión que ejerce la sangre sobre la pared de las arterias. Depende fundamentalmente de dos factores: el volumen o caudal de sangre que circula, y la resistencia que ofrecen las arterias a su paso. Es posible medir la presión arterial en dos niveles: sistólica (indica fuerza del corazón) y diastólica (resistencia de las arterias). Así, se considera normal cuando la presión sistólica (máxima) no sobrepasa a 130 y diastólica (mínima) por inferior a 85 mmHg.

Cuando la presión en las arterias es superior a los índices considerados normales manteniéndose estable en esa condición, se produce la denominada “hipertensión arterial” o “presión alta”.

Posibles daños al organismo, ocasionados por una presión arterial elevada mantenida: .

Corazón

La hipertensión obliga al corazón a trabajar con más intensidad. El corazón se ve afectado, provocando un aumento en su tamaño; cuanto más grande es el corazón, tendrá menor capacidad para mantener el flujo sanguíneo adecuado. Como consecuencia, puede provocar insuficiencia cardiaca, una afección potencialmente mortal en la cual el corazón no puede bombear suficiente sangre al resto del cuerpo.

Ojos

Existe una alteración temprana de la retina causa de la hipertensión arterial la que puede generar rupturas en los pequeños capilares de la retina del ojo, ocasionando derrames. Este problema se denomina «retinopatía» y puede causar ceguera.

Cerebro

Esta enfermedad puede hacer que los vasos sanguíneos se agranden y se debiliten; por tanto, llevar a un agrandamiento de los vasos sanguíneos llamado “aneurisma”. Los aneurismas pueden sangrar y causar la muerte; especialmente, si están localizados en los vasos sanguíneos del cerebro.

Riñones

La tensión arterial alta es una de las principales causas de insuficiencia renal, llamada también enfermedad terminal de los riñones. Las personas con insuficiencia renal deben recibir un trasplante de riñón o someterse a diálisis continua.

ALIMENTACION

En el tratamiento de la hipertensión, es necesario realizar una dieta adecuada según las necesidades individuales, con control de sodio (relacionado a la retención de líquidos en los tejidos del cuerpo incrementando la presión arterial) y orientada hacia un estilo de vida más saludable.

PERMITIDOS

PROHIBIDOS

Cortes magros de carne y pollo sin piel.

Carnes enlatadas, saladas, ahumadas y curadas.

Embutidos: jamón, pepperoni, salami, tocino, salchichas, etc.

Pescado y mariscos frescos

Pescado enlatado: anchoas, caviar, sardinas, atún, salmón, etc. Mariscos como: almejas, cangrejo, ostiones, langosta, camarones procesados o enlatados.

Quesos procesados con poca sal (bajo en sodio). Por ejemplo: el queso cottage.

Quesos como: americano, cheddar, suizo, provolone, feta, queso-crema, mozzarella, ricotta, holandés y manchego.

Galletas y palomitas, sin sal

Galletas saladas, frituras, palomitas y papas con sal

Tortillas de maíz y harina

Arroz o pasta listas para preparar

Cereales de caja integrales

Productos enlatados, instantáneos y congelados

Papas frescas

Frijol, garbanzo, haba, arroz o espaguetti, sin sal

Fruta fresca, congelada, enlatada o en jugo; sin sal o conservantes.

Frutas secas preparadas con sal o conservantes.

Verdura fresca o congelada

Verduras en conserva, preparadas con sal o similares.  Jugos enlatados

Leche semidescremada, descremada y deslactosada

Leches preparadas con chocolate en polvo y leche evaporada

Yogurt natural y con frutas

Sopas preparadas sin condimentos artificiales

Sopa y guisados enlatados, deshidratados o empacados.

Café, té, y bebidas naturales.

Refrescos y bebidas carbonatadas.

Especies y hierbas que no contienen sal o sodio

Polvo para hornear, bicarbonato de sodio, glutamato monosódico, sal de ajo, sal de apio. Especias y hierbas que contengan sal o sodio

Extracto de vainilla, almendra, limón y menta

Catsup, mostaza, y salsa de soya

Vinagre y condimentos, sin sal

Gelatina dietética y normal

Donas, pasteles, galletas que contengan sal

Recomendaciones

La Hipertensión es una enfermedad que afecta cada vez a más personas en el mundo, provocando no sólo el deterioro de la salud, sino incluso la muerte. Es por esto que hay que tomar conciencia de todas las consecuencias que lleva la falta de un manejo nutricional oportuno y adecuado. Si padece de la enfermedad, busque ayuda de un profesional que le pueda elaborar un plan de alimentación personalizado, adecuado a su condición de salud y que en conjunto con su tratamiento médico, evite posibles complicaciones que pongan en riesgo su vida.