Gabriela Castro, fonoaudióloga, sostuvo que en la actualidad lo más común es recibir a los niños cuando están en edades comprendidas entre 4-5 años de edad.
Por: David Alejandro Chacón
La estimulación temprana, también conocida como estimulación precoz, no es más que un grupo de técnicas educativas empleadas en niños (0-10 años) para corregir trastornos reales en su desarrollo, según pública la página oficial de la Caja del Seguro Social de Panamá.
Gabriela Castro, fonoaudióloga y quien trabaja con lenguaje, habla, audición, deglución desde niños hasta adultos mayores, explicó que es clave el papel de los padres para que el niño se comunique de la mejor manera.
“Importantísimo. Los padres son quienes realmente pueden observar e identificar si su niño se comunica, si presenta conductas de aislamiento, repetitivas, reacciones exageradas de llantos, gritos y descompensaciones”, detalló la especialista panameña.
“El aporte de los padres es estar alerta y buscar ayuda cuanto antes, no solo indagar si existe una condición, sino escudriñar la forma en que se pueda apoyar al desarrollo del niño, y esto en realidad aplicaría para cualquier niño de temprana edad (0 a 3 años)”
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Castro insistió en la comunicación entre ambas partes. “Los padres nos tienen que hablar de sus preocupaciones. Qué les gustaría lograr con sus hijos. Deben participar y aprender activamente, sin dejar de lado la realidad de que aunque sea diferente su hijo, es perfecto tal cual”, sostuvo Castro.
Sobre el tratamiento, explicó que va a depender de cada niño, según su experiencia. “En los más pequeños es estimular la intención comunicativa utilizando sus intereses, después se van descubriendo aquellas fortalezas para luego trabajar las áreas de oportunidad.
De acuerdo a su evolución podemos ir implementando técnicas que apoyen a la producción de los sonidos, palabras, sin embargo todo estaría basado tanto en las habilidades del niño, como en los intereses de los padres”, detalló.
La especialista sostuvo que en la actualidad lo más común es recibir a los niños en edades comprendidas entre 4-5 años de edad. Muchos padres, por prevención, apelan a la estimulación temprana.
“Ahora es más común recibirlos cuando están alrededor de los 4/5 años y no han logrado habilidades que se solicitan en pruebas escolares y muchas veces son áreas que pudieron ser estimuladas anteriormente. Existen ciertas conductas comunicativas que deben ser logradas por etapas de crecimiento”, informó Castro.
En el caso de los niños diagnosticados con trastorno del espectro autista, “por lo general son referidos a terapia de lenguaje, psicopedagogía, terapia ocupacional y otras, para un trabajo multi o interdisciplinario que apoye a su desarrollo, pero como he mencionado, va a depender de las prioridades y las áreas de oportunidad que tenga cada individuo”, advirtió.
¿Cuál sería el beneficio de la estimulación temprana para niños autistas? “Teniendo en cuenta que la terapia se realiza desde la estimulación del lenguaje hasta trabajar trastornos específicos, un niño que presente dificultades en estos aspectos sociales o comunicativos puede beneficiarse de recibir terapia, no necesariamente si ha sido diagnosticado.
Se evidencia que el trabajo en el área de la comunicación y lenguaje ayuda muchísimo su desarrollo y a la interacción con sus padres, que es una de las mayores preocupaciones que he podido escuchar de parte de los mismos, así como ayudarles a identificar que pueden comunicar deseos, necesidades y hasta compartir con otros”, cerró Gabriela Castro.
¿Alguna recomendación en cuarentena para los niños que reciben terapia?
Sí, lo primordial es crear o seguir rutinas en casa. Esto le da una estructura y ayuda mucho a que los niños se adapten y puedan estar listos para la siguiente actividad. De ser posible, continuar con telehealth o teleterapia, es decir consultar con sus terapeutas la posibilidad de conectarse y estructurar la terapia a través de videollamadas. Este tipo de abordaje en lenguaje, se realiza para evaluar y dar terapias en Estados Unidos desde 2013 y está avalado por la ASHA (American Speech-Language and Hearing Association) En este escenario se requiere de un equipo (PC o tablet) para realizar videollamadas, abrir aplicaciones web y de un adulto facilitador, quien también puede aprender del proceso terapéutico, inclusive, recibir entrenamiento y actividades para ejercitar en casa las áreas de lenguaje que el niño necesita reforzar, y desde luego se puede seguir trabajando por los mismos objetivos de manera diferente, y hasta facilitar el acceso a la atención para algunos.