Las primeras son una buena forma para rehidratarse luego de la actividad física; las llamadas «bebidas energéticas» no tienen ninguna función en las competencias atléticas.
La deshidratación puede reducir de forma importante el desempeño atlético. Con tan solo 2% de pérdida de líquidos se ven los síntomas y el desempeño resulta disminuido. Al 5–6% de pérdida del peso corporal en líquidos, aparecen síntomas del sistema nervioso central como confusión, desorientación e irritabilidad, además de síntomas de alteraciones hemodi-námicas como mareos, calambres y taquicardia. También puede ser un riesgo para lesiones músculo- esqueléticas. La capacidad de trabajo físico disminuye cuando nos deshi-dratamos.
Por otro lado, se encuentra el riesgo de enfermedad por calor. Por todo esto la buena hidratación es de primordial importancia para la salud y para el desempeño deportivo de los atletas.
Al pensar en la hidratación hay algunos conceptos que debemos recordar:
- 1 lb de peso = 450 ml de líquido (podemos redondearlo a 500 cc)
- Para la buena hidratación de cara a una competencia se recomienda, además de una dieta con alto contenido de agua como base de la alimentación del atleta, los siguientes lineamientos generales:
- 400 – 600 cc (14-20 onzas) 2 horas antes del ejercicio
- 150 – 350 cc (5–12 onzas) cada 15 a 20 minutos durante el ejercicio
- 600 – 720 cc (20–24 onzas) por cada libra perdida durante el ejercicio
- En las 24 horas que siguen al ejercicio (el reemplazo debe completarse antes de la siguiente competencia o sesión de ejercicios)
- Reemplazo de líquidos:
- Eventos < 1hr: agua
- Eventos > 1hr: carbohidratos y electrolitos en solución.
Bebidas deportivas («Sports drinks»)
Son bebidas que, en este momento (ya que esto ha de cambiar en el futuro), contienen agua, electrolitos y carbohidratos en diferentes proporciones y cuya principal función es reponer los líquidos y los electrolitos que se pierdan en la actividad física por la sudoración; además, pretenden brindar algo de energía a través de su contenido variable de carbohidratos.
Cuando se ingiere solo agua, se reemplaza solo una fracción de lo perdido, ya que el agua aplaca la sed más pronto que bebidas con electrolitos. Además, los carbohidratos y electrolitos en las bebidas deportivas proveen beneficios funcionales, ayudan a hidratarnos y mantienen la capacidad de trabajo. También reducen la percepción del esfuerzo durante la actividad.
«Fitness water»
Agua con saborizantes, electrolitos y bajo contenido de calorías (generalmente <25 calorías / servida), pueden estimular un consumo mayor que con agua solamente. Estudios han indicado que los atletas se rehidratan mejor con este tipo de bebidas si se comparan con agua sola. Ojo que no todas son bajas en calorías.
Bebidas energizantes
Son bebidas, cuyo principal objetivo es «energizar», aumentar la energía para realizar algún trabajo o actividad física. En realidad no proveen energía, o sea que no brindan elementos o sustratos que puedan utilizarse para realizar trabajo, lo que contienen son diferentes sustancias que actúan como estimulantes y eso hace sentir una especie de aumento de la energía a través de aumentar, temporalmente, los niveles de catecolaminas (adrenalina) permitiendo de esta manera un mayor potencial para realizar algún tipo de trabajo en un período variable de tiempo.
Entre las sustancias activas contenidas en este tipo de bebidas tenemos: Cafeína, Taurina, Guaraná. Anteriormente contenían Ephedra (Ma Huang)
Reacciones adversas
Los estudios indican que estas bebidas no son tan inofensivas como se presentan. Un reporte publicado en la revista Pediatrics del año 2010 indica que estas bebidas se han asociado a reacciones adversas serias y potencialmente fatales, entre ellas:
- Irregularidades en la presión arterial y la frecuencia cardiaca
- Insomnio y otras alteraciones del sueño
- Alteraciones de la conducta con comportamientos agresivos e inadecuados
- Alteraciones del estado de ánimo
- >50% de las intoxicaciones por cafeína en USA son por ingesta de estas bebidas (algunas contienen >200mg de cafeína en una lata, eso es 5 veces más que el contenido de cafeína en una soda y más del doble de una buena taza de café fuerte).
- En este estudio se indica que algo más del 50% de consumo de estas «bebidas energéticas» lo hacen niños, adolescentes y adultos jóvenes.
- El informe también dice que, entre los países que mantienen registros del consumo de estas bebidas y sus efectos negativos, pueden citar que en Alemania, que mantiene registros desde 2002, se han documentado daños del hígado, convulsiones, agitación, conductas psicóticas, arritmias cardiacas, hipertensión arterial, falla cardiaca y hasta muerte.
En Irlanda también se han reportados efectos similares y dos muertes asociadas a estas bebidas. Entre los mayores problemas que se dan en muchos países, incluyendo a Panamá, está el hecho que los fabricantes no tienen la obligación de señalar el contenido exacto de esos componentes, por lo que muchas veces no sabemos qué estamos ingiriendo.
Los autores recomiendan que los niños y adolescentes con ciertas condiciones médicas, incluyendo enfermedades del corazón, del hígado y los riñones, así como los que tengan diabetes, epilepsias, hipertiroidismo o problemas del estado de ánimo o de la conducta, no deben utilizar estas bebidas bajo ninguna circunstancia. Los otros niños y adolescentes deben tener mucho cuidado al utilizar estas bebidas y sobre todo, no usarlas en exceso.
Hoy el ingrediente central de estas bebidas es la cafeína (antes era peor, tenían ephedra un estimulante peligrosísimo). Otros componentes como la taurina, ginseng, etc. suelen estar en concentraciones tan pequeñas que no producen los efectos que se les atribuye.
La realidad
Quiero llamar la atención sobre dos problemas serios que se están viendo con estas bebidas:
- Se mercadean como útiles para uso en las prácticas deportivas. En realidad esto no es cierto, pues el café y otros componentes pueden tener un efecto diurético y podrían hacernos más vulnerables a la deshidratación.
- Se mercadean en bares como «mezcladores» de licor, de modo que quien las ingiere «no sienta los efectos del alcohol». Hay ya varios estudios entre jóvenes usuarios de estas bebidas, en que se demuestra que los que la usan así, se «emborrachan» tanto o peor que los otros, pero sienten menos el cansancio, lo que les permite seguir bailando o en la fiesta. El problema es que algunos ingieren mayores cantidades de licor por esta razón.
No pretenden «rehidratar» sino «energizar». Estas bebidas no deben ser confundidas, no son intercambiables y no son «lo mismo».
Centro de Rehabilitación por ejercicios MEDIC GYM
Dr. Enrique José Mayo De Bello
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Medicina Familiar y Medicina Deportiva
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