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¿No sé por qué estoy Gorda?

Es común escuchar esta interrogante en aquellas personas que acuden por primera vez al nutricionista por asesoría en la pérdida de peso. En una entrevista típica, puede suceder lo siguiente:

Paciente: Vengo porque estoy desesperada y quiero perder peso. Sinceramente no como tanto, es más tengo 1 mes de no comer arroz, he tratado de dejar la soda y no rebajo, ¿no sé por qué estoy gorda?

Nutricionista: (luego de obtener los datos personales, historia clínica, evaluación antropométrica) ……….. Usualmente qué desayuna, ¿merienda, almuerza y cena?

Paciente: ¡Ni desayuno! A veces me tomo una taza de café con 1 tostada, pero eso no es todo el tiempo. En cambio, hay gente que desayuna de todo. Por otra parte, jamás como entre comidas. ¿Si comiera entre comidas cómo estaría? a la 1:00pm estoy comiendo lo que encuentre disponible. A veces tomo una sopita, otras veces un emparedado y a veces ni almuerzo. Y en la cena, ahí sí como más, como vengo con hambre como de todo: chuleta, lentejas, si me provoca, frío un plátano, me como un dulcecito que hayan dejado los niños, ¿a veces como afuera … pero no sé por qué estoy gorda?

¿Por qué empezamos a subir de peso?

Nuestro organismo utiliza la energía que obtenemos a través de los alimentos para realizar las funciones vitales como respirar, y movernos, entre otras. Para que exista un balance y mantengamos el peso, debemos consumir la misma cantidad de energía que nuestro cuerpo es capaz de gastar. De estar en déficit, perdemos peso; y si nuestro balance es positivo, ganamos peso.

Por esta razón es de vital importancia que comamos lo necesario y que realicemos actividad física regular para gastar los excesos. Además, no hay que perder de vista que cometemos otros errores que afectan nuestra pérdida de peso. A la luz del ejemplo anterior, conozcamos cuáles de estos podemos ir corrigiendo para encaminarnos a una mejor calidad de vida con un peso saludable:

¡Yo ni desayuno!: Si esta es la estrategia que ha empezado a aplicar para perder peso, ha empezado muy mal. El desayuno es la primera comida del día y es la ruptura del ayuno luego de dormir. Desayunar bien todos los días nos facilita el gasto de energía.

Jamás como entre comidas: Hacer meriendas nutritivas (frutas, lácteos) ayuda a perder peso ya que además de facilitar el gasto de energía nos ayuda a controlar mejor el apetito.

A veces ni almuerzo: Todas las comidas son importantes. No es recomendable omitir tiempos de comida, ya que esto se traduce en episodios de ansiedad casi insuperables donde podemos comer y seguir comiendo sin saciarnos.

En la cena…. Ahí sí como más: Ese siempre será el resultado de los desórdenes alimenticios, de no programarnos al inicio de la semana y de inventar una dieta sin la asesoría de personal idóneo.

Recomendaciones Finales:

El exceso de peso por acumulación de grasa corporal, mejor conocido como Obesidad es una enfermedad que puede ser combatida. Desde hoy, empieza a cambiar los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo, por un estilo de vida más saludable que te ayudará a mantener o alcanzar el peso que siempre que has deseado.

Elaborado por: Licda. Carol Salamín P.

Nutricionista – Dietista