Más que hablar con personas que están en este parámetro, consulté a especialistas en el tema sexual que tienen entre 35 y 45 años. La sexóloga Argelia Sotillo es una de ellas. Al preguntarle del tema me sorprendió, que sin titubear y con rostro de picardía respondió un sí! directo y seguro.
Señaló, como si estuviéramos hablando en complicidad que después de los 30, el hombre sabe más y le importa más el disfrute de su compañera, mientras que la mujer se siente más desinhibida, para hacer lo que le provoca. Esta simbiosis es lo que termina creando un ambiente de sensualidad y creatividad extrema.
VALOR: Es importante destacar que a los 35 años, se estima que el cuerpo humano llega a su madurez, por lo tanto, es más perceptible.
En la mujer, específicamente, se experimenta mayor sensibilidad en los genitales, así como en otras partes del cuerpo como los senos, el abdomen, las entrepiernas y la espalda. Precisamente las partes de la anatomía mencionadas en el anterior párrafo son algunas de las que sufren cambios en su estructura y se hacen más sensibles. La mente, por otro lado, está más abierta a aceptar todo tipo de aventuras sexuales y, lo más interesante, es que el cuerpo en sí, está más preparado para sentir, estimularse y reaccionar.
MUJERES
Algo que no se puede obviar y que añoran muchos hombres, es que la mujer, después de los 30, se vuelve -por lo general- más activa. Toma la batuta en la cama, pero no de forma arrebatada y hasta cierto punto torpe, como lo haría una chica de 20, más bien lo hace con seguridad y con un toque de dominio – dosificado.
Sostiene la doctora, que es como imaginarse a un gato salvaje cuando se dispone a atacar, se acerca de manera seductora a su presa y, cuando la tiene medida, la inmoviliza de un solo brinco, sin mucho alboroto desde el principio.
LOS HOMBRES
Adal Alberto Valenzuela, homólogo de Sotillo, afirmó que el hombre entre los 18 y los 28 años centra su mente en que el sexo se limita a la masculinidad. Dicho en otras palabras, el poder de tener erecciones inmediatas, durar mucho en el sexo y eyacular. Disfrutan meramente de la penetración y de lo que concluye, mas no viven el momento apasionadamente, pues, desconocen que la energía sexual que les cubre puede llenarlos en muchas direcciones.
«El treintero es más calmado y cauteloso en la cama. Sabe sus deficiencias y las oculta bien, pero también sabe como sacarle provecho a sus atributos. No piensa tanto en sí mismo y disfruta el provocar placer, y eso precisamente, les produce un clímax diferente a lo que estaban acostumbrados», puntualizó el especialista.
En esta etapa del hombre, sucede también, que está más dispuesto a comunicarse con la mujer, tener paciencia y aprender de ella. Durante la adolescencia o el principio de la madurez, en cambio, ocupa su tiempo en descubrir y saber manipular sus partes de placer.
Al final de este desarrollo sexual, asumiendo que ambos tienen más de 30 años, se puede aspirar a que la pareja tienda a crear cosas nuevas, debido a que hay compenetración afectiva y espiritual.
TALÓN DE AQUILES DEL TREINTERO
Algunos de los que están en los 30, pueden considerar que no disfrutan al máximo del sexo como este texto lo señala. En este caso, Sotillo recomienda que el individuo se atreva a contactar a un especialista, principalmente las mujeres que son más comedidas con este asunto.
Aclaró Sotillo que la mujer, a los 30 años, puede auto crearse un bloqueo sexual porque siente que se está haciendo vieja y menos atractiva. El hombre también siente temor de perder su llamada masculinidad, incluso el poder de atraer o satisfacer a una mujer.
Ambas situaciones, según Sotillo, son psicológicas y pueden cambiar con terapias, pues cada una de estas personas tiene la capacidad de darse la oportunidad de experimentar que su cuerpo está listo para disfrutar al máximo del sexo.
INVESTIGACIÓN DEL TEMA
Lizandro Púa, de la Asociación Latinoamericana de Análisis y Modificación del comportamiento humano, señaló que mucho se ha estudiado del tema y el último en presentar resultados de ello fue el departamento de antropología de la Universidad de Washington quienes sustentaron, contrario a lo que piensa la mayoría de las personas, que la sexualidad y el romanticismo se vuelve más relevante y necesario conforme pasan los años. Incluso, la real satisfacción sexual se vuelve mucho más importante en la edad madura.
En esta edad, subrayó Púa, el ser humano está pasando por una fase de ajuste que se caracteriza por la búsqueda de la intimidad.
«El amor entre los jóvenes es casi automático, mientras entre dos personas de madurez media es más intenso y consensuado «, concluyó.