Después de tener mi tercer hijo, a los treinta años me encontraba flácida, sin tono muscular y con mucha grasa abdominal.
Fotos: Omar Simoza
En ese momento, entré en pánico al darme cuenta de que, si no hacía algo drástico pronto, terminaría con un sobrepeso importante en poco tiempo. Me inscribí en un gimnasio y empecé a hacer aeróbicos; al principio, me costó mucho pero pronto agarré resistencia y noté como mi energía mejoraba. Me gustó tanto, que me hice instructora de aeróbicos, luego de steps y, finalmente, de Spinning en un lapso de 10 años. A pesar de todo esto, no lograba el tono muscular que deseaba.
Necesitaba algo más por lo que decidí levantar pesas y contratar un entrenador personal; con tan buenos resultados en poco tiempo que concluí que éste era el camino correcto. Me certifiqué como entrenadora personal, y desarrollé mi propio sistema de entrenamiento alrededor las pesas. Hoy, 11 años después y a mis 51 años sigo fiel a esta práctica.
Con las pesas aumenté masa muscular, la cual me aceleró el metabolismo logrando quemar la grasa que tenía de más, y así logré el cuerpo esbelto que estaba buscando.
El músculo quema calorías 24 horas al día aún en reposo; por esta razón, es tan importante conservar y aumentar tu masa muscular. El músculo es tu mejor aliado en un programa de pérdida de grasa y éste es el principal enemigo de la celulitis (tan odiada por las mujeres). Adicionalmente, levantar pesas fortalece todo el sistema óseo, previene lesiones de espalda y rodillas, proporciona frescura a tu piel y una espectacular figura lista para el bikini.
¡Si quieres esculpir tu cuerpo y tener una súper figura, a levantar pesas sin miedo! Acompáñalo por supuesto, de una alimentación saludable.